En la actualidad, las empresas u organizaciones deben adaptarse a nuevas maneras de hacer negocios donde la tecnología presenta cada vez un papel más importante, en la cual ha permitido cambiar los procesos tradicionales de los cuales las empresas llevan a cabo sus negocios.
En lo que se relaciona a las administraciones tributarias, estas entidades norman los requisitos mínimos de la documentación formal relacionada con la facturación y el traslado de las mercaderías mediante el soporte tradicional del papel; lo cual genera altos costos en la utilización de papel, impresión, autorización, numeración, establecimiento de formatos con información mínima, almacenamiento, etc.
La factura electrónica también conocida como e-factura, factura digital, etc., es un documento electrónico que reemplaza a la factura en papel y puede tener una representación impresa. Estás facturas electrónicas cuentan con regulaciones que se establecen y aseguran la validez legal de los documentos electrónicos mediante la firma electrónica. La emisión electrónica nos beneficia en muchos aspectos tanto para el emisor como para el receptor electrónico, simplificando procesos de emisión de facturas, reduciendo costos y tiempo de impresión y almacenaje de comprobantes físicos; ahorro en el tiempo y costo de transporte de los comprobantes de pago físicos; colabora en el impacto ecológico positivo que se generará con el uso de la factura electrónica; la información disponible en medio electrónico permite realizar procesos más eficaces disminuyendo las posibilidades de documentación duplicada o falsa; permite un mayor control del cumplimiento tributario y simplificación de la fiscalización. Así también, para el Estado trae lo beneficios de detectar e identificar empresas o transacciones fantasmas o falsas, evitar la falsificación de facturas o recibos, contar con información consolidada de los clientes y lograr que un mayor número de empresas paguen impuestos.
La facturación electrónica está regulada por la Resolución de Superintendencia N° 188-2010 SUNAT y 097-2012. La Superintendencia Nacional de Aduanas y Administración Tributaria (SUNAT), con el fin de tener un óptimo control de las actividades de las empresas, dispuso el uso obligatorio de la facturación electrónica desde el 2014 a un grupo de 239 empresas y consecutivamente se unieron 200 empresas y 5000 micro y pequeñas empresas, lo que se espera queso prosiga paulatinamente hasta abarcar la totalidad.
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